29 de diciembre de 2008

Feliz Cumpleaños, Poggibonsi!!!!


TE AMO, POGGIBONSI!!!!

22 de diciembre de 2008

Estrenando!


Y llegaron los muebles nuevos!!

Suena el timbre y ahí está, un camión lleno de cosas nuevas para la casa de mis papás. Son los muebles! En un abrir y cerrar de ojos toda la familia estábamos haciendo equipo para desempacar los muebles y dejar todo listo para usarse.

Hace dos años esta casa era sólo un conjunto de tabiques recién colocados y apoyados en cimientos bien planeados. Por mucho tiempo fue una casa hermosa, y vacía. Hoy, es una casa hermosa, llena de vida, y de muebles!

Y hoy estoy aquí, en mi recámara, sola, con una enorme incapacidad para compartir la alegría, para relacionarme con los otros habitantes de la casa, para sentirme parte de esta familia. Y a pesar de sentirme tan ajena, celebro que esta casa esté cada vez menos vacía.

16 de diciembre de 2008

Seis meses ya...

Seis meses ya, desde que la ilusión se convirtió en dolor.
Seis meses ya, y el dolor es hondo.
Seis meses ya, y la soledad sigue.
Sesis meses ya, y tengo muy pocas palabras.
Seis meses sin perder la cuenta, y sin dejar de extrañarte como el primer día.

Seis meses ya...

12 de diciembre de 2008

Diploma

El diploma hace constar que concluí el plan de estudios correspondiente a la Maestría, pero no es mas que un papel. Un papel grueso con varios colores, con letras formando palabras, con mi nombre impreso en letras negras.
Y si miro sólo el papel, no me dice nada. Pero si me detengo a recordar todas las horas invertidas para poder tener ese diploma en las manos, entonces el papel empieza a tener más sentido. Detrás del papel hay horas de estudio, hay risas compartidas, hay mucho, y a la vez tan poco. Detrás del papel hay un embarazo que acompañó todo este proceso. La maestría terminó, y el embarazo también.

Recibí mi diploma con lágrimas en los ojos, no de alegría, no de emoción, sino de tristeza, de una profunda tristeza porque no puedo pensar en la maestría sin pensar en mi enorme panza, en los kilos que cada vez fui acumulando que fueron haciendo más difícil sentarme en el piso, aguantar largas jornadas de trabajo. No puedo pensar en la maestría sin pensar en que Leonardo acompañó mi estudio, mi tedio, mi emoción, mi aprendizaje, mi complicidad con mis compañeros, mis objetivos, mi esfuerzo.

Y a pesar del esfuerzo, no hay bebé, y no hay tesis.

¿Valdrá la pena celebrar?

9 de diciembre de 2008

Una luz...


Hoy una voz diferente contestó el teléfono. Me preguntó por mi descanso de anoche, por mis horas de ejercicio, por mis planes de viaje, me prometió contarme sobre un proyecto nuevo.
Extrañaba tanto esa voz, ese volumen de voz, esa risa haciendo bromas. Extrañaba tanto sentirme tranquila, incluso contenta, de escuchar esa voz. Tenía año y medio sin escucharlo, y añorando tanto que llegara el día en que pudiera escucharlo con nitidez, con claridad, con fuerza... con vida.
Hoy la voz del otro lado del teléfono me ha obligado a recordar, y vienen a mi mente imágenes de un hombre fuerte, capaz, orgulloso de sus hijos, creativo, siempre con proyectos nuevos rondando su mente. Y también vienen recuerdos de cuando podía soltarme, saberme sostenida por él, apoyada, recuerdos de cuando tenía la certeza de que él siempre estaría ahí para apoyarme, para ayudarme a salir de algún aprieto. Hoy esa voz detrás del teléfono me ha obligado a tener esperanza, a ver una luz al final del túnel.
Hoy esa voz me ha hecho llorar un llanto hondo, intenso, prolongado. Y por primera vez después de tanto tiempo, el llanto ha sido de esperanza.

4 de diciembre de 2008

Si el alma fuera agua...


De nuevo el sinsentido, el vacío, la desolación me han visitado.
De nuevo este llanto que no para.
De nuevo este dolor que no tiene fin.

De nuevo mi única esperanza es tener la certeza de que el alma no es agua.
Si el alma fuera agua,
hace tiempo que ya me hubiera vaciado de alma...

28 de noviembre de 2008

Cuando la maestra se convierte en alumna...

10 de octubre de 2008.
Para no variar, llego corriendo, exactamente a las 5 de la tarde cruzo la puerta del salón, con el corazón agitado y pendiente del reloj. Empiezo a mirar. Encuentro rostros familiares, otros completamente nuevos. La excitación va creciendo poco a poco. Y después de unos minutos decidimos empezar con el taller.
Muchas y muy variadas expectativas. El temor de siempre: ser evaluados, no hacer un buen trabajo, no saber qué hacer, no hacer buenas hipótesis, no distinguir entre el proceso y el contenido.
Y ahí estoy, frente a un grupo que espera mucho de mí, y a quien estoy dispuesta a "enseñar". Sus expectativas me emocionan, me motivan, me invitan, me retan.
Y hago un enorme despliegue de habilidades, de recursos, de sugerencias, de teorías. Creo que eso lo hago bien, y lo disfruto tanto. Y con cada sugerencia, teoría o recurso, alimento mi idea de que soy yo quien viene a facilitar el aprendizaje. Qué utopía!
Con cada intervención de alguien me siento invitada a profundizar, a apoyar. Y conforme avanza el tiempo con ellos descubro que mis "alumnos" van encontrando el apoyo y la fuerza suficientes para arriesgarse, para equivocarse, para probar. Y con cada riesgo que se toman me invitan a dar más, a apoyar mucho más esos pasos que dan.

Y es justo ahí cuando empieza el misterio, el enorme misterio a través del cual me convierto en alumna de todas esas personas. Con ellos aprendo de tomar riesgos, aprendo de apoyos, aprendo de disculparse por haber cometido un error, aprendo de aceptar que no sé cómo hacerlo. Con ellos aprendo lo importante de mirarlos, de no perder de vista sus recursos, sus habilidades, sus conocimientos.

Y de nuevo el riesgo. Alguien se atreve a mostarse ante el grupo, a mostrar sus miedos, a mostrar sus errores, Y para que eso suceda, alguien más se atreve a hablar de sí, a prestar su historia y ponerla al servicio del aprendizaje de los demás. Y uno más se atreve a escuchar mi sugerencia, a probar esta locura que le propongo. El es músico y terapeuta en formación. Y le propongo que haga música con lo que mira, con lo que le pasa al mirar a otros. Y lo hace tan bien...

Y entonces se convierte en mi maestro. Me da una gran lección de confianza porque ha tomado en cuenta mi sugerencia y se ha entusiasmado con ella. Recibo una lección de sensiblidad, de estar comprometido con la situación (como el self) y de dejarse empapar por ella. Y me enseña lo importante de mostrarse a otros, de mostrar lo que ha creado por, para y con otros.
Y me enseña a mirar con otros ojos, a traducir lo que se mira en notas musicales, en instrumentos en acción. Me enseña que la terapia también es música. Y más aún, me enseña que la música, y la terapia, también pueden escribirse. He aquí su música traducida en palabras:

"El tambor de notas solitarias que busca la cercanía de su necesidad de melodía.
Tambor de madera robusta, amorosa, vibrante de amor y fuerza.
Tambor que anhela la melodía del silencio.
Tambor que enamora a su compañera de acordes volátiles.
Tambor de guerrero seduciendo a la batalla, guerrero avanzando con la vibración de su corazón... pum pum pum... tocando la nota, dejándose tocar por ella... pum pum... tú y yo somos como la piel melodiosa de un tambor que le canta al universo."


Desde entonces, no ha dejado de ser mi maestro, ese maestro de quien he aprendido sobre posiblidades de despertar la sensibilidad, sobre confianza, sobre la importancia de mirar al otro y hacerle saber que lo miro. He aprendido sobre el poder de la palabra, de la mirada, del silencio, de exponerse y mostrarse.

He aprendido que cuando más dispuesta estoy a enseñar, es cuando más me toca aprender.

Es un honor ser tu alumna, Daniel.

24 de noviembre de 2008

Una semana sin palabras.
Una semana correteada.
Una semana de lágrimas.
Una semana de sustos de salud.
Una semana sin nada que contar.
Una semana preguntándome tantas cosas.
Una semana, y el calendario sigue avanzando.
Una nueva semana que inicia...

16 de noviembre de 2008

Cinco meses

Parece que ha pasado tanto tiempo, y en realidad sólo son cinco meses.
Parece que fue ayer, y ya pasaron cinco meses.

Hoy, enmedio del acelere de la vida diaria, enmedio de gente que me quiere, enmedio de la pasión con la que hago mi trabajo, enmedio de algunas risas, enmedio de lágrimas, entre los brazos de tu padre, te pienso, te recuerdo, y no pierdo la cuenta.

Cinco meses...
Y he vuelto a reír.
Y he vuelto a bailar.
Y sigo llorando.
Y sigo extrañando.
Y sigo aprendiendo a vivir con este profundo dolor.
Y he vuelto a tener esperanza.
Y le apuesto de nuevo a la vida.

Cinco meses, y el dolor no cesa.
Cinco meses, y el dolor fortalece.
Cinco meses, y aparece una luz al final del túnel.

Cinco meses, y tu ausencia sigue doliendo, mi querido Leonardo.

14 de noviembre de 2008

Felicidades, mi querido amigo.

Aún cuando nos ha tocado algo tan diferente
Aún cuando las palabras nos han abandonado poco a poco
Aún con toda la dificultad que tenemos
Aún con la tristeza de extrañarte tanto

Con todo eso, y gracias a eso,
mi amor por tí no se ha modificado
mi admiración sigue siendo enorme
mis ganas de estar cerca permanecen intactas
mi pensamiento va hacia tí todos los días.

Hoy es tu día, y te pienso como todos los días, a pesar de la distancia.

FELICIDADES, mi querido amigo.

12 de noviembre de 2008

Pérdidas


Hace tiempo perdí a mi papá.
Desde entonces no tengo mamá.
No tengo a mi bebé en mis brazos.
Mi Poggibonsi viaja cada vez más y más seguido.
Algunos amigos se han ido, o ahí siguen pero sin palabras, sin posibilidad de seguir acompañándome.
Desde el lunes, ya ni siquiera tengo Ginecólogo.

Estas ausencias me están haciendo sentir en la más cruda orfandad,
en la más silenciosa soledad.

4 de noviembre de 2008

Besos y abrazos de AR


Qué hermoso es que siempre que nos encontramos me recibes con un fuerte Hoollaaaaa!!!!!!
Cuando escucho tu voz me entusiasmo tanto. Tienes esa enorme capacidad de mover mi corazón, de ponerlo blandito, de hacerme más sensible. Y cuando acompañas el Hola!! con un enorme abrazo y un beso tronado, no puedo más que derretirme de amor por tí.

Mi chiquita hermosa, has sido una gran maestra para mí. Me has enseñado sobre amor incondicional, sobre espontaneidad, me has mostrado cómo tu presencia amorosa puede mover montañas. Me has mostrado el efecto sanador de una palabra, de un abrazo, de una mirada, de una caricia, del silencio.

Me has enseñado que cuando hay vínculos fuertes con alguien, TODO puede ser diferente. Hiciste la diferencia con mi Poggibonsi, le enseñaste a dejarse querer y a poner a prueba todas sus creencias y decisiones.

Me siento tan afortunada de que estés en mi vida, de que me quieras, de que nos quieras.
Sí, saberte cerca ha sido un hermoso regalo de la vida!!

3 de noviembre de 2008

Un momento con JM


Sí, sólo un ratito contigo basta para que mi vida entera empiece a transformarse. Cada vez que me miras a los ojos y me dices "IA" confirmo que nuestro vínculo se ha ido fortaleciendo desde que entraste a mi corazón y a mi vida.

No olvido aquél obscuro día en que mi corazón estaba profundamente herido y temeroso de salir al mundo, a ese mundo que en cada momento me recuerda mi gran pérdida. Ese día supiste lo que estaba pasándome, rodeaste mi brazo con el tuyo, recargaste tu cabeza en mí y volteaste a mirarme con esos ojos que me gritaban "Te entiendo, aquí estoy". Justo cuando tus ojos se cruzaron con los míos mi corazón dió un vuelco. Ese día se ha quedado tatuado en mi memoria, y cada vez que empiezo a extrañarte tanto me consuelo recordando tu mirada, tus bromas, tus juegos, nuestros recuerdos.

Gracias, mi chiquito hermoso, por invitarme a tu mundo y confirmarme que soy parte de él. Gracias por jugar conmigo, por reírte, por compartirme tus temores, por escuchar mis dolores. Gracias por invitarme a recordar mi pasado y compartirlo contigo, gracias por cuestionar mucho de lo que digo y hago. Gracias por confiar en mí y abrir tu corazón para que pueda asomarme por un momento. Gracias por echarte un clavado conmigo y hacer piruetas en el agua.

¿Sabes que eres un ancla que me obliga a amarrarme a la vida?
Pues sí, el tiempo contigo es una cadena que me atranca a la vida. Un momento contigo, corto o largo, nunca es suficiente para llenarme de tu sensibilidad y desear que cada segundo que comparta contigo sea suficiente pretexto para fortalecer nuestro lazo.

2 de noviembre de 2008

Ofrenda para los (muchos) muertos de la familia...


Este año la familia se ha vestido de luto varias veces...
Abue, Tere, Mario, Mar, Leonardo, Pat (en orden de desaparición)...
Mi madre ha decidido recordarlos con esta hermosa ofrenda...
Vaya, para ellos, nuestro recuerdo...

29 de octubre de 2008

Lista...

Hoy, con toda la certeza de la que soy capaz, puedo afirmar que estoy lista, que confío en mí, que estoy dispuesta a apostarle a la vida, que puedo dar el ancho sabiéndome capaz de mirar más intensos todos los colores.
Estoy lista, y por segunda vez mi cuerpo pide a gritos dar vida...

27 de octubre de 2008

Cuando las palabras no alcanzan...


Llevo una semana buscando las palabras exactas, intentando armar párrafos llenos de sentido, y mi misión ha fracasado. No tengo muchas palabras, no las he encontrado, al menos no las que quiero, aquéllas que describen la experiencia completa. Todas las que encuentro son palabras definitivas, de esas que al intentar nombrar algo lo dejan paralizado, estático, congelado, finalizado. Y tampoco quiero quedarme en el silencio, en ese silencio que huele a vacío, a indiferencia.

Me rindo! No hay de otra, si quiero que me leas tendré que recurrir a las palabras. Por favor, léelas despacito, sin prisa, sílaba a sílaba, como si al leerlas me ayudaras a que la experiencia siga asimilándose, a que la experiencia no tenga punto final. Lee cada una de estas palabras con la consciencia de que se han quedado cortas... al menos para esta semana.

Gente, gente por todos lados, rostros conocidos con nombre e historia, otros tantos que me resultaban familiares pero no lograba recordar el nombre y su historia. Otros rostros completamente nuevos. Y ahí estoy, sentada frente a dos pequeños grupos, miro los rostros y prácticamente todos son conocidos. Y de pronto ahí están sus historias como terapeutas, sus historias con sus pacientes. Y ahí estoy yo, escuchando sus historias e intentando ser de utilidad, intentando recurrir a todo lo que sé (y a lo que no) para intentar alumbrar otros senderos de su camino como terapeutas. Qué gusto saberme reconocida por mis ex-alumnos, qué gusto saber que confían en mí, qué gusto saber que he dejado huella, qué gusto reencontrarlos...

Gracias queridos Maestros, gracias Guy Pierre, Mónica, Paco, Anita, Carmen, por dejarme ocupar un lugarcito del otro lado, de ese lado donde todos escriben lo que ustedes dicen, de ese lado donde siguen surgiendo preguntas, y donde puedo admirarlos y seguir aprendiendo...

Una comida deliciosa, alitas y costillitas BBQ cocinadas en el norte de la ciudad, y traídas directamente hasta mi cocina, listas para servirlas a mis amigos. Lo sé, Mamá, sé que lo haces porque me quieres, sé que has querido ayudar, pero sé también que esta vez guisaste para ellos, para estas personas que quiero tanto y que han acompañado amorosamente mi dolor...

Comida, ruido, plática, reclamos, risas, humo. Mi casa se llena de voces, de rostros, de historias, de MI gente. Me gusta tanto recibirlos en mi casa, me gusta tanto que traigan tanta vida a cada rincón de mi casa, me gusta que les guste la comida, me gusta que les guste el helado. Dejen de sentirse COMO en casa, esta ES su casa y son bienvenidos siempre...

Mi querida Salamandra, qué bien haberte visto de nuevo, qué bien volver a escuchar tu risa. Tu presencia, bastante breve por cierto!, me ayuda a ser consciente de cuánto te extraño y cuánto deseo platicar largo y tendido contigo...

Gracias, mi querido pelirrojo, por ser suficiente motivación para nadar como enajenada y retomar el ritmo para volver a ejercitarme...

Mi Consen, como siempre un rato contigo (breve o no) es un placer, me ayudas a aterrizar, a ver las cosas de otra forma, a divertirme como enana riéndonos de nuestras bromas. ¿Sabes cuánto te quiero? Ojalá...

Carmen, gracias!! No tengo otra palabra para tí, gracias por ser mi Maestra, por ser a ratos una fuerte inspiración, gracias por interesarte en mi historia, estoy especialmente agradecida por hacerme saber que, cada vez que nuestras miradas se cruzan, nos acercamos mucho más.

Un rico quesito, jamoncito, cervezas, tequilas, una larga noche de amigas. Aquí sí, sin palabras, adivínenlas ustedes, estoy segura de que sabrán... TIU TIIIUUUUU!!...

Corazón, gracias por el thé y el rico pastelito. Gracias también por escribirme enmedio de una larga noche de trabajo, gracias por acompañar mi semana con una presencia sutil, suave, respetuosa, a veces silenciosa. Esa también es una generosa manera de hacerte presente...

Una hermosa obra de teatro, el sol que se oculta casi sin que me dé cuenta, fotos con Pumba y Skar. JM y AR son los protagonistas de la tarde, llenan mi vida de abrazos, de palabras, de música, de risas, de complicidad. Gracias JM, noto tu mirada cada vez que nos encontramos con un bebé, sabes que me duele, y sé que me acompañas con tu curiosidad y tu mirada. AR, sabes que te amo profundamente y que tus abrazos y besos hacen que mi corazón se ponga blandito...

Mi Poggibonsi, estás presente en cada minuto de mi vida, te piense o no. Sé que a veces no es fácil comunicarnos, sé que nos lastimamos, pero también sé que detrás de las palabras, del silencio, de la compañía, de las sonrisas, de las miradas, de la piel, hay un amor profundo...

Sí, te he hecho leer mucho, y sin duda me he quedado corta con las palabras. ¿Esto ayuda a que tengas una idea de la semana que tuve? Ojalá... el resto, imagínatelo, intúyelo, antójatelo, rellénalo con las palabras que a tí se te ocurran. Estoy dispuesta a leer tus palabras, como lo has hecho con las mías...

19 de octubre de 2008

Llorar de amor y de dolor...


"Lo que ocurre es que la lluvia es un llanto (...) La lluvia es salud. Si el entorno llora es porque vive. ¿Qué diferencia habrá entre llorar de amor y llorar de dolor?"
- M. Benedetti.

Ayer, cada lágrima que nos regalaron fue de amor y de dolor. Sé que fue de dolor justo porque hay amor.
Gracias por acudir al llamado, gracias por cada palabra, gracias por cada minuto, gracias por cada lágrima. Me han hecho sentir querida, acompañada, sanada. Me han ayudado a saber que la muerte de Leonardo ha movido de muchas y muy variadas maneras a tanta gente, y eso ayuda a aliviar el dolor.
Gracias a sus palabras y a su amor poco a poco he ido aprendiendo la lección. Me ha tocado aprender sobre pedir, recibir, saberme amada, sentirme acompañada, probar mi fuerza, saberme vista, esperar el mejor momento, fotalecer los vínculos.

Tengo pocas palabras hoy, las he buscado una y otra vez para agradecer.
Quizá lo más que puedo hacer es decirles que hoy fue un día diferente... hoy lloré, y bailé, y canté, y me reí como hace meses no lo hacía.
Gracias por llorar conmigo por dolor y por amor.

16 de octubre de 2008

Cuatro meses extrañándote.

Hace unos días tu papá me hizo una pregunta que me paró en seco: "Si existiera la remota posibilidad de hablar con Leonardo, ¿qué le dirías?"

No pude contener el llanto, nunca había pensado en la posibilidad de hablarte, de comunicarme contigo. Lo hice tantas veces mientras crecías dentro de mi vientre, y el día que naciste no tuve suficiente tiempo para mirarte a los ojos y decirte "Bienvenido, te quiero". Tu paso por esta vida fue fugaz, y no tuve tiempo de conocer tu rostro, de tocar tu piel, de alimentarte con mis pechos.

Hoy hace cuatro meses que sigo llorando porque nuestra historia juntos terminó. Y tal vez la mejor forma de recordarte a cuatro meses de tu muerte, es responder a la pregunta de tu padre.

Si pudieras escucharlo, quiero que sepas que te amo profundamente, te amo incluso antes de que existieras en mi vientre, te amo desde el momento en que dijimos "Sí!", te amé cada momento en el que lloré de alegría por saber que habitabas ya mi cuerpo. Amo cada momento que compartimos, cada melodía que te hizo brincar dentro de mi vientre, amo cada recuerdo de las palabras que tu papá decía y a las que respondías con tus brazos y tus piernas. Amo el vibrante sonido de tu corazón.

Y con la misma intensidad con la que te amo, también te extraño. Extraño saberte ahí, tan real como cada célula de mi cuerpo. Extraño tu presencia constante, inquietante, misteriosa. Extraño los deliciosos momentos en los que con tus movimientos te sabía tan presente, tan vivo.

Y con la misma intensidad con la que te amo y te extraño, te lloro. Lloro por cada momento que imaginé contigo. Lloro porque tu historia fue corta. Lloro porque no pudiste conocer y disfrutar a tus primos que te esperaban con tanta emoción. Lloro porque JM nunca pudo cuidarte, protegerte e incluso compadecerte por la mamá que te tocó. Lloro porque AR no pudo acunarte en sus brazos a pesar de su gran anhelo de hacerlo. Lloro porque los brazos de tus abuelos nunca pudieron abrazarte. Lloro por mi hermano con el que hubieras disfrutado mucho jugar. Lloro porque no pudiste jugar, y pelear, y negociar con los hijos de mis amigos. Lloro por mis amigos, por todas esas personas que se atrevieron a soñar contigo y a esperarte con ilusión. Lloro por el himno de los Pumas que no podrás cantar.

Y lloro tanto y tantas veces por tu papá, por ese hombre maravilloso que se preparó para ser padre, que se quedó sin aliento cuando vió por primera vez tu corazón latir, que se emocionó al verte crecer dentro de mi vientre, y que nunca pudo jugar contigo como lo ha hecho con otros pequeños.

Y lloro por mí, con un llanto a veces silencioso y a veces ensordecedor. Lloro por mis brazos vacíos, por mis noches de largo y profundo sueño. Lloro con toda la intensidad de la que mi alma es capaz, porque te amo, porque te extraño con todas mis fuerzas, porque tu ausencia duele como nunca en mi vida pensé que algo pudiera doler, lloro porque nuestra historia tiene ya un punto final.

Desde hace cuatro meses te amo, te extraño, te lloro...

13 de octubre de 2008

"No lo sé"


"No lo sé", esa es la única respuesta que tengo a todas tus preguntas. No sé qué pasó, no sé por qué, no sé si creer en el destino. Simplemente no sé, y no creo poder saberlo algún día. No sé qué pueda suceder, y tampoco sé si quiero que suceda.

Lo que sí sé es que me has hecho bien, y que estoy agradecida por ello.

12 de octubre de 2008

Locura


Hoy, otra vez, me visitó la locura.
De nuevo esta horrible sensación de estar atrapada, de querer estallar, de sentir que mi sangre hierve, de sentirme capaz de cualquier cosa. De nuevo este dolor indescriptible, saberme perdida, sin rumbo.

Hoy, otra vez, me pregunto si algún día volveré a saber que mi corazón late porque sigo viva, y no porque me estoy muriendo.

10 de octubre de 2008

Bien...

Sí, mi Poggibonsi, sin duda tu presencia y tu amor me hacen bien.

8 de octubre de 2008

5 de octubre de 2008

Ayer, sólo obscuridad.


"Al menos, en la obscuridad se aprende algo. Particularmente se valora la importancia de la luz."
-M. Benedetti




Ayer, súbitamente, todo se volvió negro. La respiración no era suficiente, mi piel ya no era mía, mis piernas dejaron de sostenerme, mis oídos sólo escuchaban mi propio llanto, mi alma gritaba desesperadamente. Ayer, como nunca antes en mi vida, me sumergí en la obscuridad. Ayer, la vida dolía tanto que parecía no valer más la pena.
Ayer, la completa desolación del silencio, del vacío, inundaron cada segundo que parecía durar días enteros.

Y bastó escuchar una voz conocida para convencerme de que sí existía, de que si hay alguien que podía hablar conmigo es porque yo todavía podía articular palabras. Bastó saber que alguien vendría en mi rescate, que alguien podía cambiar sus planes para correr a sostenerme. Gracias, Miss!!
Y bastó también saber que alguien lloraba en silencio mientras intuía que yo me derrumbaba. Gracias, Mamá!
Y bastó el interés y la preocupación de quien apenas me ha ido conociendo. Gracias!
Y bastó una larga tarde, una rica comida, una plática honesta, volver a reir contigo como antes, saberme vista y escuchada. Gracias, mi querido Consen!
Y bastó saber que allá afuera hay gente que no se olvida de que yo sigo aquí, marcada para siempre por el dolor, y tan necesitada.
Bastó eso para saber que, a veces, hay que atravesar por la obscuridad, para confiar en que también hay luz.

2 de octubre de 2008

Feliz Aniversario... tú allá y yo acá.





Hoy, mi Poggibonsi, no tengo muchas palabras. Quizá porque muchas de ellas están permeadas por el dolor, quizá porque muchas otras te las has llevado contigo.
Hoy celebramos 9 años de vivir juntos.
Hoy despierto con tu ausencia deseando poder tenerte a mi lado y decirte: "Feliz Aniversario".
Hoy despierto con las ganas de rodearte con mis brazos, besar tus labios, saberte mío.
Hoy despierto, también, con tu firme promesa de que intentaremos reconectarnos.
Hoy alzo mi mirada al cielo y susurro "Te amo", deseando que pudieras escucharme.
Hoy desearía que estuvieras aquí para recordar la historia que hemos construido juntos.
Hoy, más que nunca, tu ausencia duele porque hay dos ausencias en mi casa.
Hoy, simplemente, me haces falta.
Feliz Aniversario. Tú allá y yo acá.

29 de septiembre de 2008

Para festejar contigo...

"Hay papeles en blanco que se enamoran de una lapicera", dice Benedetti.

Deseo con todas mis fuerzas que hoy empieces a escribir en un papel en blanco, con la certeza de que la lapicera con la que escribas esté inspirada por todo lo que la vida te ha regalado, y por lo que está por venir.

Por lo pronto, escribo para tí, en mi papel:
"Te quiero, Galaxia".

FELIZ CUMPLEANOS!

24 de septiembre de 2008

Diferencias


Así es, mi Poggibonsi, a veces nuestros ritmos parecen pertenecer a canciones diferentes.
Mientras tú te sueltas yo me detengo, mientras tienes hambre yo necesito detenerme a mirar, mientras te reconectas fácilmente con tu trabajo yo tardo un buen rato en regresar, mientras tú trabajas horas extras yo contemplo una habitación vacía, mientras duermo tú trabajas, mientras llego tú te vas, mientras tú te adelantas yo voy lento, mientras yo aterrizo tú estás a punto de despegar.
Así es, evidentemente somos diferentes, nuestra experiencia es diferente, no espero que sea de otra forma, y tampoco espero que deje de doler sentirme tan sola.

22 de septiembre de 2008

Magia


Si existe toda esta belleza, y he sido testigo de ello, no puedo mas que confiar,
y volver a intentarlo...

19 de septiembre de 2008

Magic


Entre enormes peceras con ágiles delfines, diminutos hipocampos, despreocupadas nutrias, extrañas estrellas de mar, me encuentro con estas palabras que, letra a letra, describen mi experiencia de estos días:
"If there is magic on this planet,
it is contained in water."

- Dr. Loren Eiseley (scientist and essayist)
Vancouver Aquarium

16 de septiembre de 2008

Tres meses...

Enmedio del mar, frente a un hermoso glaciar, con un frío que cala los huesos, con los ojos llenos de belleza.

Como testigo de cosas hermosas, con el corazón lleno de todo, y a la vez con ese hueco con el que he ido aprendiendo a vivir, ese enorme vacío que he renunciado a intentar llenar... jamás pierdo la cuenta...
Tres meses ya...

8 de septiembre de 2008

Esperanza


Con la firme esperanza de que estos días
la compañía,
el silencio,
el frío,
el mar,
el hielo,
un paisaje,
el viento,
una ballena,
los recuerdos,
las lágrimas
y todo lo que la vida me permita experimentar,
sean un bálsamo para este dolor.

5 de septiembre de 2008

Llanto...


Con cada lágrima que nubla mis ojos te recuerdo y sigo preguntándome "¿Por qué?"

27 de agosto de 2008





Es sólo en el agua donde pongo a prueba mi confianza, mi fuerza, mi disciplina, mi respiración, mi motivación, mis ganas, mi peso, mi cuerpo.
Sí, sin duda nadar me hace bien.

25 de agosto de 2008

Mami



Parece que su tiempo poco a poco llega al final, a ese momento en el que nadie puede acompañarla, a ese momento en que misteriosamente dejará de existir para convertirse en un recuerdo.
Parece que la cuenta regresiva inicia, sin saber siquiera dónde parará el reloj.
Ya no queda nada de quien fue hace ya muchos años.
Hoy, detrás de esa mirada cansada y de un cuerpo que cada vez responde menos, hay una larga historia de trabajo, de sacrificio, de amor frustrado, de una familia pequeña pero sólida.
Hoy, detrás de esos dedos que tiemblan para poder moverse, encuentro cientos de recuerdos en los que esos dedos me tocaron, me acariciaron, me limpiaron, me curaron, me cocinaron, me hicieron reir a carcajadas.
Hoy, detrás de esa hermosa piel morena ya muy delgada y casi sin vida, está mi Mami, esa abuela que acompañó muchos de mis pasos, que me enseñó el maravilloso universo de las letras. Esa mujer que siempre fue ejemplo de valentía, de lealtad, de trabajo arduo, de amor incondicional. Esa mujer que con fuerza, esperanza y paciencia esperó a mi niño, y le cambió el nombre tantas veces.
Hoy, esa mujer que por mucho tiempo se amarró a la vida, ha empezado a despedirse.
Hoy, esa flama vivaz y enérgica, ha empezado a consumirse.

20 de agosto de 2008



16 de agosto de 2008

Dos meses.

El calendario nuevamente llega al 16.
Hace dos meses que nuestra casa tiene una habitación con una cuna vacía y un ropero lleno de ropita lista para usarse.
Hace dos meses que se respira en casa un aire de nostalgia, de tristeza por todo lo que pudo haber sido y jamás será.
Hace dos meses que mi corazón tiene un gran vacío.
Hace dos meses que estoy intentando encontrar sentido a todo esto.
Hace dos meses que tengo muchas preguntas, y que ninguna respuesta llega aun.
Hace dos meses que la vida no ha vuelto a ser la misma para mí.
Hace dos meses que perdí la ilusión.
Hace dos meses que intento recoger los pedacitos, y volver a construirme.
Hace dos meses que te extraño tanto, Leonardo.

11 de agosto de 2008

Si...



No sé si ha sido el mar, o tal vez esas hermosas sonrisas, o quizá el abrazo materno, o las lágrimas compartidas, o la cercanía con mis amados niños.
O tal vez ese hermoso espectáculo de tonos azules, ese azul profundo que invita a quedarse para siempre.
No lo sé con certeza, pero algo pasó dentro de mí y me ha obligado, a pesar de todo, a gritar: "Sí, sí a la vida!"

Mujeres...


No había tenido tiempo de escribir sobre esto, y así ha estado bien, porque he tenido oportunidad de leer sus múltiples "Gracias!" y de entender mucho mejor.
No entendía lo que había sucedido, tuve poco tiempo para asimilarlo, pero regresé ese domingo con cierta nostalgia, con la nostalgia del viajero que se aleja poco a poco del pequeño poblado que acaba de conocer, y al que quisiera regresar una y otra vez. No, no era igual que otras veces, en esta ocasión de verdad me dolía que se acabara.
Y hoy lo entiendo, también ha sido significativo para ustedes, lo puedo intuir en cada una de sus palabras.
Yo también tengo muchos "Gracias".
Gracias por la compañía, por el silencio, por el espacio para mí sola, por el respeto a mi silencio, por acompañar mis lágrimas con las suyas, por las lecciones de cremas y demás artículos de belleza, por el pedacito de familia compartido, por enseñarme a recibir, por entrar al mar conmigo y sostener mi miedo, por la habitación compartida, por las confesiones, por el cuidado, por las blusas!
Gracias por contribuir con todo esto, a sanar la herida.

1 de agosto de 2008



Profundamente sanador...