30 de marzo de 2009

13 semanas


13 semanas ya, y tu presencia sigue siendo un misterio matizado de miedo y de mucha esperanza.
13 semanas en que tu presencia ha sido un bálsamo.
13 semanas en que te has ido acabando toda mi energía, gota a gota, hasta dejarme deshidratada cada día que termina.
13 semanas en que tu presencia sileciosa me recuerda que la vida todavía tiene milagros reservados para mí.
13 semanas y sigo horneando un hermoso "bollito".
13 semanas ... y lo que falta!!

19 de marzo de 2009

Cumpleaños ¿feliz?

Sí, ayer fue mi cumpleaños, y por primera vez en 35 años no lo disfruté. 

Llamadas, cariño, abrazos, mensajes, regalos, una deliciosa comida, y tu ausencia en todos lados. 
La vida me prometió muchos cumpleaños contigo en mis brazos, y no me cumplió. Este fue mi primer cumpleaños sin tí, y tu ausencia ayer fue mucho más grande y aplastante de lo que imaginé. 
Mi primer cumpleaños, de todos los que me quedan, sin tí. 

De nuevo, Leonardo, tu ausencia duele. 

16 de marzo de 2009

Nueve meses

El calendario es implacable, pase lo que pase no deja de dar la vuelta a la hoja de cada día. Y así, con frío, con calor, lluvia, sol, viento, los días han ido pasando, y hoy son ya nueve meses de tu muerte. 
Estos días he estado pensando mucho en tí, he recordado nuestros momentos juntos, y también he llorado mucho. 
El dolor sigue ahí, tal vez igual de intenso y de profundo, pero por momentos eclipsado por el amor de los que quiero, por los quehaceres del diario vivir, por los retos profesionales, y en especial desde hace unas semanas por la presencia de tu herman@. Sí, hay un nuevo corazón que late dentro de mí, y eso me llena de alegría. Hay un nuevo corazón que ha cristalizado el gran "SI" que volví a responder a la vida. 
Ese nuevo corazón me llena de ilusión, pero no borra, jamás borrará, el profundo dolor de haberte perdido, el profundo dolor de no haber podido conocerte, el profundo dolor de que no puedas jugar con tu herman@, el profundo dolor de que el hermano mayor se haya ido ya. 
Sí, mi chiquito, el vacío que has dejado sigue ahí, ahí seguirá. No hay forma de que nadie ni nada llene ese espacio, es tuyo, sólo tuyo. Pero junto a ese espacio, quiero seguir construyendo historias y respetando tu lugar, eres y seguirás siendo mi hijo mayor, el primero

Nueve meses, y sigue doliéndome, y sigo extrañándote, y sigo llorándote...

8 de marzo de 2009

Casa vacía...

Estaba en 4o de primaria cuando llegamos a vivir ahí, era febrero de 1983. Una casa enorme, con muchas puertas y ventanas hacia el interior, y pocas hacia afuera. Techos muy altos y paredes gruesas. Paredes que fueron testigos de mis úlitmos años de primaria, del difícil cambio a la secundaria, de una prepa eterna y tortuosa, y de la emocionante transición a la Universidad. Esas paredes también fueron testigos de mis primeros novios, de mis primeros besos, y de mis primeros amores frustrados. También ahí aprendí a ser adulta, a ganarme mis primeros salarios, incluso ahí fue mi primer consultorio.

Dejé de vivir ahí hace ya casi 10 años, pero la seguía sintiendo mi casa. Dejó de ser mía hace un par de años, cuando ir allá no era más un refugio o un escape, cuando ir allá implicaba salir desgastada, frustrada, ya no renovada y alimentada por el amor.
Esa casa ha cumplido su ciclo, esa casa estuvo ahí, con sus gruesas paredes y sus techos muy altos, para resguardarnos de todo. Ahora son habitaciones vacías que alguien más empezará a llenar.

Ayer, esa casa quedó completamente vacía. Uno a uno, muebles, cajas, hasta el piano, salieron por la puerta grande, para no volver más.

Desde ayer, no hay ninguna razón más, no hay pretexto para visitar esa enorme casa. Desde ayer, esa casa de la que me despedí hace casi dos años, ya no es mi casa, ni la de mi mamá.

La casa se vació, y los recuerdos me los traje, uno a uno, todos juntos.

5 de marzo de 2009

¿Chapuzón?


Ojalá algo así me sirviera de algo...