GRACIAS...

...por tener la mesa puesta para quienes quiero
...por preparar comida deliciosa para todos ellos
...por el mantecado y los pasteles

...por tomarse el tiempo para estar ahí
...por las mañanitas, la vela y los aplausos

...por las flores, el pasto, las pelotas
...por las estrellas
...por las risas y los juegos
...por los que no están en las fotos, pero que saben que fue importante que estuvieran ahí
...por dejar que esté cerca de estos hermosos niños
...por dejarme disfrutar de sus familias
...por estos niños que, a pesar de la diferencia de edades, saben adaptarse y jugar como si hablaran el mismo idioma.

¡Gracias por la cercanía, la amistad y el amor incondicional!
Siempre hacen una gran diferencia en mi vida.
¡GRACIAS!

Silencio, poca luz, agua, imágenes.

Encuadres perfectos, triángulos divinos, leyes de composición, contrastes, dirección, leyes de tercios, zonas áureas, manipulaciones en el cuarto obscuro.

Me conmuevo con cada imagen, con cada par de ojos cerrados, con cada ser vivo que me invita a maravillarme, a convencerme de lo hermoso de la vida.

No encuentro palabras, todavía, para describir mis lágrimas, mi emoción, mi capacidad de conmoverme ante estas imágenes.

Sí, acepto la invitación a poner mis manos sobre mi pecho, cerrar los ojos y, entonces sí, MIRAR.

A todas las mujeres

que un día como hoy, o como cualquier otro del año...
estudian para su examen profesional,
pujan para parir,
lloran a un ser querido que se ha ido,
dicen "Sí, acepto",
se debaten entre la vida y la muerte,
alimentan a su mascota,
hacen el amor,
dicen "¡No más!",
admiran a alguien,
leen un libro,
bailan sin parar,
acompañan a una amiga,
lloran de tristeza, y de alegría,
amamantan a un bebé,
hacen ejercicio,
regañan firmemente,
trabajan de sol a sol,
viven con miedo de ser asesinadas,
aran la tierra,
se cansan,
seducen,
decoran su casa,
ríen a carcajadas,
bordan un hermoso vestido,
disfrutan un atardecer,
escuchan amorosamente,
envejecen,
ponen límites,
toman el metro para ir a trabajar,
planean un viaje,
curan heridas (de cualquier tipo),
tejen hermosos collares,
componen música,
adoptan un hijo,
se conmueven con la presencia de un colibrí,
trabajan apasionadamente,
plantan un arbol,
miran al fondo, no lo de encimita,
hacen la diferencia en la vida de alguien,
se sienten vivas,
agradecen y CELEBRAN ser mujeres.

Gracias, Poggibonsi, por tu mirada sensible y amorosa, que transformas artísticamente en una bella imagen.