2 de octubre de 2009

La vida es justa


Sí, la vida es justa, no hay duda. Después de tantas lágrimas, de tanto dolor, de andar un largo camino, hoy amanezco al lado de mi marido y mi hijo, mi segundo hijo, haciendo sus ruiditos matutinos y pidiendo de comer.
No, no esperaba que se me compensara por lo vivido y dolido, tampoco espero que la balanza siempre esté equilibrada, es sólo que compruebo (de algún modo siempre lo supe), que la vida es buena, que siempre hay cosas maravillosas para mí.
Hoy celebro diez años "oficiales" al lado de mi Poggibonsi, y lo celebro con mi hijo pegado al pecho, agradeciendo TODO lo vivido en estos años. Y pienso en mi primer hijo también, y lo extraño, y lo bendigo, donde quiera que esté. Ambos son consecuencia de estos diez años de hermoso camino.
¡Que vengan otros diez, y otros diez, y todos los que la vida me regale al lado de este hombre!