26 de noviembre de 2007

Ilusion...

En Noviembre del año pasado, la casa estaba más o menos así, con estos hermosos ayudantes que también pusieron el sudor de su frente...








Este fin de semana me encuentro con esto:





Gracias a un "Feliz Cumpleaños" en familia, los regalos, la carretera, la hermosa luna, las fugas de agua, el hambre desmedida "de mi bebé", los desechables, los colchones inflables, el eco por las paredes vacías, la bailada, el hermoso pájaro rojo, los abrazos, el aire frío, los besos, las bendiciones, los "Te quiero!", la correteada, la alegría desbordada de mi madre, los juegos y solidaridad de mi esposo "Handy Man", los ojos humedecidos de mi hermano, el buen humor de mi Mami, las carcajadas de mis sobrinos, y la paz que por muchos momentos sentí, tengo la ilusión de regresar una y otra vez y de ir llenando esa casa de lo que sabemos generar: calor de hogar.

Para mí ese calor de hogar ha sido un bálsamo. Quizá, algún día, lo sea también para mi papá...

22 de noviembre de 2007

Ilusion y temor...

Hace ya algunos meses mi papá se enfermó, y es de esas enfermedades que no se ven a través de una radiografía, ni de un análisis de sangre. Es de esas enfermedades del alma que acaban, que debilitan, que hacen perder el sentido de la vida.

Desde entonces, nuestra vida no ha sido igual. Yo he aprendido sobre vulnerabilidad, sobre la importancia de prevenir, de planear, de expresar, de saber que todo eso que genera ilusión puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

Una de esas ilusiones que perdí fue la casa de mis papás fuera de la ciudad. Desde hace ya algún tiempo dedicaron tiempo, esfuerzo, atención, energía, dinero, esperanza, a construir una casa, la casa de sus sueños, una casa "de revista" diría la Arquitecto que la construyó. Y así como todos nos ilusionamos, con la enfermedad de mi papá nos hemos desilusionado.

Pero mañana algo puede cambiar. Mañana es cumpleaños de mi mamá y ha querido que pasemos el fin de semana en esa casa, en la casa de sus sueños. Vamos todos, las abuelas, mis papas, mi hermano y su familia, mi esposo y yo.
Y no sé cómo me siento al respecto... Tengo mucha ilusión de ir y estar con mi familia, tengo ilusión de empezar a disfrutar la casa junto con los seres que más amo. Y también tengo miedo, tengo miedo de tener falsas esperanzas, tengo miedo de que ni esta ilusión sea suficiente para levantar a mi papá, tengo miedo de encariñarme con la casa y tener que renunciar a ella (y todo lo que eso implica).

Estoy ilusionada, y temerosa. Y con esa ilusión y temor tomaremos carretera, y estaré dispuesta a entregarme a la experiencia.

14 de noviembre de 2007

Celebrando con haikus...

No encuentro mejor manera de celebrar contigo que intentando hacer lo que me enseñaste. (Honestamente no creo que sean muy buenos, así que lee entre líneas la intencionalidad, no la habilidad, jaja).


I
Velas de pastel
bailando y celebrando
sólo para tí.


II
Globos, confetti,
un rico son cubano,
¡Feliz Cumpleaños!


III
La mesa puesta,
vino tinto, queso y pan,
y ¡a festejar!
(lo sé, sólo son 4 sílabas)

13 de noviembre de 2007

"Hoy aprendi..."

Este fin de semana me tocó trabajar, y fue agotador, tan agotador que sólo logré llegar a casa con el último aliento y tirarme a la cama, exhausta.

Y mientras intentaba conciliar el sueño me pregunté si valdría la pena tanto esfuerzo. Por supuesto, era tal mi cansancio que dije "No, no vale la pena, no lo vuelvo a hacer!".

En ese instante vino a mi mente un rostro, conmovido hasta las lágrimas, diciendo: "Hoy aprendí...". Enumeró todos sus aprendizajes y terminó diciendo que ese fin de semana había aprendido a equivocarse, a dejar de buscar ser perfecta y soltarse.

Recuerdo que mientras hacía el esfuerzo por entender lo que ella decía, porque los sollozos no le permitían hablar fluidamente, mis ojos se humedecieron, mi vista se nubló, y sentí la humedad de una lágrima rodar por mi mejilla.

Me conmueve saber que en ocasiones soy un vehículo para el aprendizaje de los demás, y me conmueve aún más confirmar que cualquier esfuerzo, el que sea, aunque sea extenuante, vale la pena si alguien puede decir, al final, "Hoy aprendí..."

Esta vez aprendí de tí.
¡Gracias, Silvia!

6 de noviembre de 2007

Un nuevo corazon latiendo...


Pues si, tu corazón late.
Hoy te vi, pequeñ@, tan pequeñ@ que no alcanzas el centímetro, y tan llen@ de vida.
Tu corazón late, y el mío da vuelcos.
Tu corazón late, y yo me conmuevo.
Tu corazón late, y yo lloro.
Lloro ante el milagro del que soy testigo.
Lloro ante la imposibilidad de encontrar palabras...

5 de noviembre de 2007

Manana...

Voy regresando a casa, y estoy exhausta.
Estoy mas cansada que nunca, eso de tenerte dentro y ayudarte a crecer es agotador, y lo es aun mas si no puedo darme cuenta, si no tengo noticia de que todo va bien, sin tener ni una sola señal de que hay toda una revolución constante dentro de mi.
Mañana voy a verte, mañana te veré por primera vez. Quiza no vea mas que una pequeña manchita, pero he esperado mucho ese momento, el momento de poder verte a traves de una pantalla, y convencerme de que es verdad, de que ahi estas, de que ahi estamos para ti.
No puedo esperar mucho, ya quiero que sea mañana!