26 de junio de 2008

Gracias, infinitas gracias por tanto afecto.
Parece que es una de las lecciones que toca aprender:
El amor respeta, el amor acompaña, el amor motiva, el amor fortalece, el amor guarda silencio, el amor grita, el amor escribe, el amor llama, el amor consiente, el amor acaricia, el amor mira, el amor entiende, el amor llora, el amor une, el amor abraza, el amor sana ... el amor salva.

18 de junio de 2008

Un milagro. Un instante.

El tan esperado maestro llegó, y se fue pronto...
Hoy sólo tengo fuerzas para llorar y arrodillarme, insignificante frente al universo, para esperar a entender la lección...

15 de junio de 2008

Mi amado Poggibonsi:


Mañana es el gran día, ¡vamos a ser papás!

Hoy estuve observándote todo el día, y observando quiénes somos cuando estamos juntos. Me gusta quien eres, me gusta quien soy cuando estoy a tu lado, me gusta quienes somos como pareja, me gusta en quienes nos hemos convertido gracias a la prensencia del otro. Y quizá eso sea lo que hoy me tiene tan ambivalente, nuestra vida de pareja está a punto de cambiar radicalmente.

Así que quiero aprovechar la oportunidad para agradecerte estos años juntos, viviendo una vida en pareja que he disfrutado al máximo. Gracias por los malos momentos, esos que nos han hecho pasar tragos amargos pero que nos han hecho crecer, fortalecernos y acercarnos.

Y hoy en especial quiero agradecer los hermosos momentos que hemos compartido, los momentos en que gracias a tu presencia y a tu amor me he sentido invitada a ser una mejor persona, a hacer un esfuerzo más, a perder el miedo, a cerrar los ojos y dar un brinco sabiendo que voy tomada de tu mano.

Gracias por enseñarme a ser abrazada, a poner mis manos sobre mi pecho y dejar que tus brazos me abracen. Es la más hermosa imagen que tengo de nosotros, sabiéndome respaldada y fortalecida por tus brazos firmes y suaves a la vez.

Gracias por invitarme a mostrar lo mejor de mí, jamás me he sentido tan aceptada y amada incondicionalmente como contigo. Gracias por tomar mi mano y enseñarme a caminar con los ojos cerrados, con todo y mis miedos y dudas, pero sin dejar de caminar.

A partir de mañana todo va a cambiar. Y a pesar de que voy a extrañar nuestra vida de antes, estoy abierta a lo que viene. Confío ciegamente en tí, en que también en esta nueva etapa que empezamos vas a enseñarme muchas cosas, y también confío en que tú aprenderás de mí muchas otras.

Sabemos caminar juntos, sabemos alentarnos a crecer. Estoy segura de que sabremos hacerlo ahora como papás. Me gusta quienes somos juntos, y me gusta imaginarme quiénes seremos frente a este nuevo reto al que nos enfrentamos juntos.

¡Que venga nuestro hijo! ¡Que venga la invitación a seguir creciendo a tu lado! ¡Que venga la posibilidad de seguir aprendiendo juntos!

¡Te amo!



A unas horas de que la panza desaparezca (o al menos se quede sin relleno...)

12 de junio de 2008

Ahora sí...
¡A dar rienda suelta al instinto! ¡A preparar el nido!