20 de febrero de 2009

Vida y muerte

Mis piernas temblaban, no podía concentrarme, estaba francamente nerviosa.
Con lágrimas en los ojos esperé el momento de la verdad: su corazón late, 167 pulsaciones por minuto. Y entonces las lágrimas fueron de alivio, de alegría, de esperanza, de confianza.
Y poco a poco el día se fue pintando de colores, de llamadas, de mensajes, de cariño. Muchos corazones, más conscientes que nunca de su latido, se unieron al ritmo de la vida.
Y así, con muchos corazones latiendo, con la certeza de que hay vida dentro de mi vientre, también apareció el recuerdo de aquélla primera vez que supe que había un latido de vida dentro de mí. Ese latido ya no está, ha dejado espacio para uno nuevo.
Y hoy, súbitamente, más juntas que nunca, vida y muerte se han manifestado.
Honro la presencia de quien se ha ido ya. Celebro la vida que está llegando. Y, diminuta, me dispongo de nuevo al misterio.

BIENVENID@!!

19 de febrero de 2009

Horas


Sí, tengo miedo. No puedo evitar sentirlo. ¿Cómo no sentirlo cuando ya he tocado la desilusión más grande, el dolor más profundo? 

Y junto con el miedo, tengo ilusión, esperanza, confianza. 
Faltan sólo unas horas, y cada minuto de esas horas me parece tan largo, infinito. 
Faltan sólo unas horas, y tiemblo de miedo, y tiemblo de ilusión. 
Faltan sólo unas horas, y lloro de miedo, y lloro de ilusión. 

16 de febrero de 2009

Ocho Meses

No te olvido, mi bebé extrañado. 
No olvido que los días pasan, que el dolor sigue. 
No olvido que alguna vez habitaste mi cuerpo, 
y que sigues habitando mi mente, mis recuerdos, mi corazón. 
Y tampoco olvido que la vida sigue...

La voz de tu mirada...

Cuando las palabras se retiran al silencio, 
hay espacio para la voz de una mirada... 

... eso he aprendido de tí desde que entraste a mi vida. 

Gracias, mi querida Marciana, por ser mi gran maestra. Gracias por enseñarme lo sanador de una mirada, lo hermoso de saberme mirada con amor. Gracias por enseñarme a soñar con otros, a reír con otros y a llorar con otros. 

Gracias por mostrarme que mientras más marcianos somos, más nos acercamos a lo humano. 

Gracias por dejarme celebrar tu cumpleaños cerca, en silencio, mirándote, y con la alegría de un año más de tí. 

FELIZ CUMPLEAñOS, MARCIANA!!!!

Fotografía: Steve McCurry

10 de febrero de 2009

Entonces, y sólo entonces...

Cuando los gritos van siendo susurros, cuando dejamos de mirar a otros lados intentando encontrar respuestas, cuando damos espacio al dolor, cuando alguien más puede mirar lo que hacemos y contarnos cómo lo hacemos, cuando el enojo abre espacios a la tristeza y al perdón, cuando podemos mirarnos de frente y sonreír, cuando podemos decir "lo lamento", cuando podemos ponernos de pie y abrazarnos largamente... 

Entonces, y sólo entonces, puedo mirar tus ojos y sentir tanta ternura. 
Entonces, y sólo entonces, puedo encontrar en tus ojos un brillo invitante. 
Entonces, y sólo entonces, puedo añorar tu piel, tus caricias, tu cuerpo. 
Entonces, y sólo entonces, puedo recibir el ramo de flores más hermoso que he recibido. 
Entonces, y sólo entonces, mis palabras pueden convertirse en susurro y puedo decirte al oído "Contigo, sólo contigo". 
Entonces, y sólo entonces, puedo mirar de nuevo lo bello de estar a tu lado. 
Entonces, y sólo entonces, puedo guardar silencio y decirte con mis ojos "Sí, acepto otra vez".

5 de febrero de 2009

Las estrellas de la noche...

4 de la tarde del 31 de enero. Calixtlahuaca, Edo. de México. Telescopios siendo armados cuidadosamente por decenas de voluntarios que han decidido compartir sus conocimientos. Muchos de ellos vienen acompañados, esposas, hijos, hermanos, sobrinos, suegros. Todos con la emoción de empezar con el evento, y a la vez con la incertidumbre de qué pasará. 



Con el templo del Dios del Viento como escenario, el sol lentamente iba pintando el cielo de naranja mientras que la luna y Venus poco a poco iban siendo visibles en un cielo dispuesto a ser el protagonista de la noche. 


Allá, afuera, miles de personas acudían al llamado, a la promesa de encontrar a través del lente de un telescopio, la brillante luz de una estrella o la hermosa silueta de la luna y sus cráteres. 


Y empieza la fiesta!! Cientos de personas movidas por la curiosidad, por la sed de conocimiento, por la ilusión, llenan poco a poco el espacio. Y junto con esas personas, el espacio se llena también de preguntas, de exclamaciones de sorpresa y maravilla, de ojos abiertos con la sopresa de mirar por primera vez, de cerca, el cielo. 

Durante un buen rato, no había nada más atractivo que la luna, una luna de tonos amarillentos. Pero poco a poco, la curiosidad fué llamando la atención a otros objetos: Venus, la nebulosa de Orión, la doble de Perseo, Sirio, las Pléyades, Saturno.

12,000 personas, calculan. Niños, adultos, bebés, jóvenes, ancianos, sumando 12,000. 12,000 entusiastas dispuestos a permanecer horas de pie esperando su turno para ser testigos del espectáculo. 12,000 curiosos. 12,000 pares de ojos acostumbrados ya a la obscuridad y listos para observar cuanto objeto les regalara el firmamento. 

Las horas pasan, el frío se siente cada vez más, los Astrónomos empiezan a sentir el cansancio y el hambre, y la gente sigue llegando. A las 11 de la noche todavía hay más de mil personas haciendo fila. El tiempo apremia, se hace cada vez más necesaria la intervención del equipo de Logística. 

A la una y media de la mañana ha entrado ya el último grupo de 20 personas. El silencio es cada vez mayor, los telescopios vuelven a sus cajas, no sin antes mostrarnos a Saturno y sus espectaculares anillos. 

El evento llegó al final. 
¿Y las estrellas? Las 12,000 personas que estuvieron ahí reunidas para voltear la mirada al cielo. Las decenas de astrónomos que estuvieron ahí para compartir sus conocimientos. Los familiares y amigos que estuvieron ahí compartiendo la emoción, la comida, el frío, la organización, la adrenalina. Y por supuesto el cielo que, como todas las noches, estuvo ahí. 

2009. Año Internacional de Astronomía
www.pleiades.org.mx